El Instituto Andaluz de la Mujer elabora un protocolo dirigido al personal especializado, que incluye acciones formativas para la asistencia y detección de víctimas de violencia de género entre mujeres de edad más avanzada, que suelen ser las más invisibilizadas. Suben casi un 35% las consultas de mujeres mayores de 60 años durante el primer semestre del año.
El documento recoge un plan de formación específico para la mejora de la eficacia y eficiencia de la atención prestada por las y los profesionales en la atención a las víctimas con especiales circunstancias y vulnerabilidad como son las mujeres mayores víctimas de violencia de género. Según la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, las mujeres mayores de 65 años son las que más tiempo emplean en denunciar su situación de violencia, siendo la media de 26 años y tres meses; lo que supone 17 años más que las mujeres de 16 a 64 años, que tardan una media de casi nueve años. “Necesitamos llegar a estas mujeres mucho antes para intentar que dejen atrás el infierno que viven y que se convierten en mujeres supervivientes de la violencia machista. Y, para ello, es fundamental la detección precoz de esta violencia. Y la formación del personal especializado es clave para ello”.
A través de la red de Centros Municipales de Información a la Mujer y los Centros Provinciales de la Mujer, se han atendido en el primer semestre del año 10.470 consultas de mujeres mayores de 60 años, que son casi un 35% más (34,64%) que en el mismo periodo de 2020.
El Plan de atención específico para la violencia de género contra las mujeres mayores está dirigido a todo tipo de profesionales, e incluye herramientas, pautas, orientaciones y recomendaciones para mejorar la asistencia y conocimiento sobre la situación de las mujeres mayores víctimas de violencia de género con el propósito de reforzar la atención facilitando el acceso a los recursos y garantizando un tratamiento personalizado con especial atención a las mujeres mayores que residen en el ámbito rural, fomentar la confianza de las mujeres mayores en profesionales con quienes entran en contacto de forma habitual y desarrollar comportamientos proactivos para denunciar situaciones o episodios de violencia; así como mejorar la respuesta institucional a través de la coordinación y trabajo en red, con el perfeccionamiento de los protocolos de actuación y de comunicación entre los diferentes agentes con el fin de evitar el riesgo de victimización secundaria; además de promover la colaboración y la cooperación entre los distintos actores: sistema judicial, unidades policiales, servicios sanitarios y sociales y la sociedad civil.
Asimismo, el documento impulsa la formación de los distintos agentes para garantizar la mejor respuesta asistencial y persigue la visibilización de las características, causas, efectos y consecuencias de la violencia de género ejercida sobre las mujeres mayores de 65 años y prevenir las principales amenazas.
Un plan que se suma al Protocolo impulsado por la Agencia Andaluza de Servicios Sociales y Dependencia (ASSDA) en colaboración con el Instituto Andaluz de la Mujer y que tiene como objetivo detectar víctimas de violencia de género entre la población atendida por el Servicio Andaluz de Teleasistencia, que atiende a una media de 240.000 personas, mayoritariamente mujeres, de las cuales el 69% tiene 80 o más años. Estas acciones se enmarcan en el primer Plan Estratégico Integral para Personas Mayores en Andalucía 2020-2023, aprobado en 2020, y que tiene una inversión prevista de 145 millones de euros. Incluye hasta 30 medidas en cinco líneas estratégicas, una de las cuales es la atención a las situaciones de mayor vulnerabilidad en este colectivo como la violencia de género.
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