Una trabajadora del hogar murió el viernes pasado en su lugar de trabajo, al caer al vacío mientras limpiaba los cristales de un ventanal. Sucedió en Arenys de Mar, Barcelona. «Dicen que tenía contrato, pero ese contrato no le dio ninguna seguridad, porque las leyes no la protegieron frente al riesgo laboral al que nos exponemos, día a día, todas las trabajadoras del hogar», denuncian en un comunicado conjunto las asociaciones de trabajadoras del hogar.
«Porque las leyes, como la 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, solo están pensadas para las empresas y no aplican al ámbito del hogar, por lo tanto las trabajadoras del hogar estamos excluidas en la propia ley», afirman en dicho comunicado, y siguen explicando: «tenemos un RD 1620/2011, considerado por el Gobierno como muestra de ‘buena voluntad’, de reconocimiento hacia el sector del trabajo del hogar, pero que se limita en su art. 7.2 a indicar a la empleadora que ‘cuide’ y adopte las condiciones de seguridad laboral y de salud que se necesiten según las características específicas del trabajo que realice la trabajadora -o sea, la empleadora decide que es ‘necesario’ y que no-«.
Y es que «las trabajadoras del hogar realizamos tareas diversas en nuestros centros de trabajo, con diferentes grados de intensidad y riesgos, y nos vemos sumergidas en condiciones laborales injustas; estamos sujetas a trabajos no declarados, a la parcialidad, a la temporalidad, a una ausencia de formación preventiva y sobre todo a bajos salarios. Basta de excluirnos de las leyes, basta de “vacíos legales” para nuestro sector. Queremos campañas específicas de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, queremos la protección que de la cual goza cualquier otro trabajador o trabajadora. Queremos justicia».
«Queremos que reconozcan que no han tenido la voluntad política de mejorar nuestras condiciones laborales; queremos que reconozcan que hay miles de mujeres trabajadoras del hogar en situación irregular por una Ley de Extranjería que nos empuja a condiciones infrahumanas de trabajo. Basta de medios informativos que invisibilizan los temas de abuso en nuestro sector, que tergiversan lo sucedido mediante titulares que no incomodan a la estructura social y gubernamental, contando la mitad de la historia. Nuestra compañera no “falleció”, a nuestra compañera la mató la desidia gubernamental. ¿Cuántas más debemos morir para que se nos tome en cuenta?», concluyen.
Suscriben el comunicado SINDIHOGAR SINDILLAR – Barcelona, Asociación de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar de Sevilla, Asociación Nosotras por los Cuidados y Empleo de Hogar – Granada, Asociación ATHE-ELE – Bilbao, SEDOAC – Madrid, Asociación Emplead@s de Hogar y Cuidados – Navarra, SINA KOOP.ELK.TXIKIA – Bilbao Bizkaia, Asociación MALEN ETXEA – Zumaia, Grupo de Trabajadoras de Hogar de Santiago de Compostela, Grupo de Trabajadoras de Hogar de SOS Racismo de Gipuskoa.
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