En el año 2003 Sole Giménez llevaba más de dos décadas formando parte de uno de los grupos más exitosos de la música española: Presuntos Implicados. Sole era la voz solista del grupo, junto con su hermano Juan Luis, que tocaba la guitarra e Ignacio Mañó, que se encargaba del bajo. Esta es la formación definitiva, la que grabó los discos más importantes del grupo, la que triunfó por los escenarios de medio mundo. Sin embargo, después de más de veinte años al frente del grupo, Sole necesitaba cambiar de aires, abrir las puertas y ventanas para que entrara aire fresco, en forma de nuevas influencias, pequeños detalles que no tenían cabida en Presuntos Implicados, que poco a poco, se habían ido convirtiendo en una maquinaria en la que todo estaba perfectamente engrasado.
TEXTO: Rafael Calero Palma (escritor y poeta).
En 2003 Sole necesitaba grabar un disco a su nombre. Así de simple. Hacía tiempo que le rondaba por la cabeza iniciar su carrera en solitario. Imaginamos que después de tanto tiempo interpretando las mismas canciones, los cantantes, los músicos, terminan aburriéndose. Y no hay nada peor para un artista que apalancarse en el hastío. Así que Soledad Giménez, en la primavera del año 2003 empezó a preparar el repertorio de lo que será su primer disco en solitario: Ojalá (Warner, 2004)
El disco se grabará en la ciudad de Valencia, entre los meses de mayo y diciembre de 2003, —se publicará en el invierno del año siguiente— en dos estudios: los AC Estudis, donde se graba la música, y en los Hada Music, donde se graba la hermosa voz de la cantante levantina. Al mando de los controles estuvo un viejo conocido de los discos de Presuntos Implicados, Vicente Sabater, un músico e ingeniero de sonido con un amplio dominio de la tecnología que, visto lo visto, hizo un trabajo magistral, y que ya tenía una amplia trayectoria en discos como Poligamia o Ultrasónica de Piratas, en los que había desempeñado labores de coproducción.
El resultado de esos meses de grabación se llama, como ya hemos dicho, Ojalá. Se trata de una docena de canciones, todas ellas versiones, elegidas por la propia Sole entre las canciones que más influencia habían ejercido en ella a lo largo de su vida. O simplemente algunas canciones que le fascinaban. ¿O acaso es necesario otro motivo para hacer una versión?
En la revista Efeeme se pudo leer la siguiente reflexión sobre el primer disco en solitario de Sole Giménez:
La voz de Presuntos Implicados se atreve en su estreno en solitario con deliciosas versiones de todo tipo que son como un mapa de debilidades y pago de deudas sonoras personales. Con vocación de atemporal y contemporánea es una obra ajustada al servicio de una garganta siempre emocionante y siempre bienvenida.
Ojalá es un ramillete de canciones que van del pop español de los ochenta a la música italiana, del jazz y el blues a la música más vanguardista, del soul sofisticado y elegante al rock indie, del fado a la música de baile. Una gran variedad de estilos, influencias, formas y maneras de ver la música. Todo ello envuelto en un ropaje electrónico, vanguardista, perfectamente dibujado, con ecos de Massive Attack o Postishead que resuenan a lo largo de los 53 minutos que dura el cd. Y además, sin perder la marca de la casa: la magia de una voz maravillosa, sinuosa, elegante, sumamente emotiva. Un disco muy especial que, en mi opinión, está entre lo mejor que ha grabado la cantante de Yecla a lo largo de sus longeva carrera musical. ¿Y qué hay en este disco para que sea tan especial? Pues hay, nada más y nada menos que un buen puñado de grandes canciones.
1. La estatua del jardín botánico
Se abre el primer disco en solitario de Sole Giménez a lo grande, con uno de los temas más importantes, más conocidos, más emblemáticos de la música española: “La estatua del jardín botánico”, un tema compuesto por Santiago Auserón para su banda, Radio Futura, y que se publicó como single en el año 1982, en una extraña compañía, Flush Records, una filial de Hispavox, con la que la multinacional pretendía abrirse un hueco en el incipiente mercado independiente. “La estatua del jardín botánico” es, sencillamente, magistral. Letra y música acarician la perfección. Cada palabra, cada nota, están donde tienen que estar. Una letra cargada de misterio y sensualidad, una canción grandiosa, que Auserón escribió en estado de gracia. Soy consciente de que los seguidores de Radio Futura no suelen encajar bien las versiones que otros artistas hacen de sus ídolos. Cuando una banda es tan grande como Radio Futura eso se comprende. No obstante, la versión de Sole Giménez, en mi opinión, es muy bonita, en el sentido más literal del término. Candencias suaves, casi aires de reggae y unos arreglos de cuerda bellísimos envuelven esa maravillosa voz, que susurra con una elegancia que no deja a nadie indiferente. Apostaría doble contra sencillo a que a los miembros de Radio Futura les encanta esta versión. A mí, si me permitís el atrevimiento, me parece una de las mejores versiones de un tema de Radio Futura que se ha hecho jamás.
2. Tears in heaven
El segundo tema del disco es “Tears in heaven”, una emotiva canción compuesta por Eric Clapton, y que el guitarrista inglés dedicó a su hijo pequeño que había muerto al precipitarse desde la ventana de su piso en un rascacielos. Sole canta en inglés esta letra de Clapton sobre la muerte, el dolor y la pérdida. Emoción a raudales.
3. Sábado por la tarde (Sabato pomerigio)
En 1975 Claudio Balgioni publicó en nuestro país este “Sábado por la tarde”, un claro ejemplo de canción romántica italiana, que se convirtió en un éxito de ventas y público. Sole la canta en castellano.
4. La vie en rose
También hay lugar para la canción francesa en el debut discográfico de la cantante de Presuntos Implicados. Nada más y nada menos que un tema de 1946, “La vie en rose”, el éxito mundial de Edith Piaf. Se trata de una puesta al día en la que destaca un piano omnipresente que le da un halo de modernidad apabullante.
5. Ojalá
El tema que titula el álbum es una composición de Pedro Ayres, guitarrista y compositor del grupo Madredeus. Una canción poco conocida de los portugueses muy bien adaptada al castellano y que Sole canta con una pasión desbordada.
6. No mires a los ojos de la gente
Un viejo tema de la primera mitad de los ochenta, incluido en el primer maxisingle del grupo vigués Golpes Bajos, con música de Teo Cardalda y letra de Germán Coppini. Sin duda, uno de los momentos álgidos de este disco.
7. M
El séptimo tema del disco es “M”, la primera canción de amor que compuso Iván Ferreiro para su grupo Piratas, incluida en su álbum Manual para los fieles (Warner, 1997). Una historia de amor con final infeliz (“Mi amor se cae al suelo…”) que en la voz de Sole suena a gloria bendita. La versión más personal de todo el disco.
8. Venus as a boy
La canción que llevó al estrellato a Bjork, el primer single de su primer disco en solitario (Debut, Elektra, 1993) tras la disolución de su grupo Sugarcubes. Otro temazo de amor ambiguo, rompedor, excitante. Una versión que se aleja tremendamente de la original, quizás por ello, me gusta tanto.
9. Si tú…
Iván Ferreiro es el único compositor que hace doblete. En esta ocasión el tema elegido es este “Si tú…”, un oscuro tema de la banda gallega Piratas, desconocido para el gran público, con versos hirientes: “Si tú te vas y yo también no quedará nada / ni los momentos buenos.” Belleza doliente para el tema más raro del disco.
10. What’s going on?
Sole Giménez recrea el gran éxito de Marvin Gaye. Esta es, sin duda, la versión más ortodoxa del disco. “Marvin Gaye tenía que estar incluido (en el disco), —dijo Sole Giménez en una entrevista—, “por todo lo que ha hecho, por la manera en que ha enfocado la música.” y lo hace de una manera muy rotunda, mezclando el funk como la música dance, como no podía ser de otra manera tratándose de una canción de una de las voces más potentes de la música soul. Lo más bailable del disco.
11. Guitarra y voz
El penúltimo tema del disco es una versión de una vieja canción de Presuntos Implicados: “Guitarra y voz”, una preciosa miniatura que no llegaba a los dos minutos y que cerraba el que para mí es el mejor disco del grupo: Alma de blues. Paradójicamente, creo que esta versión es la peor de Ojalá y que no le hace justicia a la versión original.
12. La cena
El primer disco en solitario de Sole Giménez se cierra con un homenaje a una de las voces femeninas más personales de la música española: Cristina Lliso. “La cena” es un tema de Esclarecidos incluido en su disco “Rojo”, publicado en 1991, sin duda uno de los más personales de una parsonalísima discografía. Melancolía a raudales, secretos del corazón. Me hubiese gustado mucho más que Sole se hubiese atrevido con “No hay nada como tú (Soberbia)” o “La mala rosa”, pero “La cena” me parece una manera perfecta de terminar un disco perfecto.
Algún tiempo después de la publicación de Ojalá, Sole Giménez abandonó Presuntos Implicados para continuar con su carrera en solitario. Vendrían otras hgcanciones, otros discos, cientos de conciertos. Sin embargo, en mi opinión, nunca estuvo tan acertada como cuando grabó esta docena de versiones.
Muy bueno el artículo Rafa. Saludos