Sylvia Fernández de Bobadilla es redactora del Área de Internacional del Telediario de TVE. Lleva ahí un cuarto de siglo y ejerce como una de las portavoces de Mujeres RTVE, mujeres diversas unidas por un mismo objetivo: hacer una radiotelevisión pública independiente, plural y con perspectiva de género. Esta veterana periodista se pasa por La Giganta para hablar de la situación actual del ente público.

– El pasado 30 de abril comenzó esta aplaudida campaña para denunciar la manipulación de RTVE. Cuéntanos el contexto y la espita que genera esta decisión.
– El 8M ha tenido muchísimo que ver, de hecho es el origen de nuestro movimiento. Todo empezó cuando cientos de trabajadoras de RTVE nos sumamos a la plataforma #Las Periodistas y firmamos su manifiesto. De ahí surgió la idea de organizarnos internamente a través de un grupo de WhatsApp para coordinar la huelga en RTVE, que fue un éxito, y el grupo también. Estamos en él mujeres de todas las categorías: redactoras, productoras, reporteras, realizadoras, informáticas, peluqueras, maquilladoras, músicas de la Orquesta y Coro de RTVE… Em aquel momento nos planteamos que deberíamos aprovechar la red que habíamos creado para seguir trabajando por los objetivos del 8M dentro de la corporación. Fue pasar de ‘Las mujeres paramos’ a ‘Las mujeres nos movemos’ en RTVE.
– ¿Y por qué objetivos concretos lucháis?
– Queremos impulsar la perspectiva de género en los informativos y programas de TVE, RNE, el Canal 24 Horas o nuestra página web. Nos parece fundamental, sobre todo porque somos un servicio público. Acabamos de estrenar el Observatorio de Género de RTVE, pero queda mucho por hacer.
También luchamos por nuestros derechos como mujeres trabajadoras: la conciliación salarial, por ejemplo, o la brecha salarial que el actual presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, negó tajantemente con el argumento de que es ilegal, y que si la hubiera tendría que dimitir. Pues los datos son incontestables: el salario medio de las trabajadoras de RTVE es un 7 por ciento menor que el de los hombres, sobre todo por la política de pluses y cargos. En el caso de las directivas, la brecha salarial es enorme, del 41 por ciento. Porque también RTVE tiene el techo de cristal: las mujeres somos el 40 por ciento de una plantilla de casi 6.300 trabajadores, pero solo ocupamos el 27 por ciento de los puestos directivos. Y los cargos más importantes los copan hombres. Son situaciones que hemos denunciado en las redes bajo el hashtag #AsíSeDiscrimina, porque desde el principio nos planteamos que teníamos que estar en las redes.
También nos hemos implicado de lleno en la lucha contra la manipulación con la campaña #AsíSeManipula, porque nos afecta directamente en nuestro día a día, pero también porque creemos que una RTVE independiente y plural será también una RTVE más sensible a nuestras reivindicaciones de las mujeres.
«El salario medio de las trabajadoras de RTVE es un 7 por ciento menor que el de los hombres, sobre todo por la política de pluses y cargos»
– Precisamente el hastag #AsíSeManipula pretendéis que los ciudadanos tengan acceso «a situaciones reales que explican cómo es la manipulación informativa en el ente público cada día y con el dinero de todos». ¿Qué feedback estáis recibiendo?
Lanzamos la campaña para contar en primera persona las denuncias que los Consejos de Informativos de RTVE llevan años documentando en informes internos, que apenas llegaban al gran público. Y te confieso que somos las primeras sorprendidas por el enorme éxito que ha tenido: más de 100.000 retweets, 1’3 millones de impactos… ¡En solo una semana, nuestra cuenta @MujeresRTVE pasó de 800 a 25.000 seguidores! Estamos muy agradecidas y contentas, porque creo que hemos conseguido difundir de una manera didáctica lo que sufrimos todos los días en las redacciones.
– La ciudadanía, en general, percibe la falta de pluralidad y calidad de la televisión pública, pero ¿cómo se vive desde dentro? Tiene que ser muy difícil para cualquier periodista…
– Los y las periodistas de RTVE llevamos años protestando. El último informe del Consejo de Informativos de TVE (CdI) documenta 239 páginas de denuncias ¡solo del primer trimestre del año! La manipulación tiene muchas formas, desde el distinto rasero con el que se tratan los casos de corrupción del PP y los que afectan a otros partidos, la banalización de los contenidos para no abordar temas ‘sensibles’ para el anterior Gobierno, a la censura pura y dura, como el audio de la ya exsecretaria de Comunicación de Moncloa con el PP, el famoso “¡Os jodéis!” que les soltó a unos pensionistas que abucheaban a Mariano Rajoy en Alicante. La editora del informativo del Centro Territorial de TVE en Valencia, Arantxa Torres, hizo lo que debía: dimitió, por coherencia y dignidad profesional.
A otros y otras se nos ‘aparta’ de las informaciones consideradas ‘sensibles’, que se encargan a una redacción paralela contratada para no protestar. En el área de Internacional, por ejemplo, llevamos un año sin viajar, cuando la figura del enviado especial ha sido tradicional en TVE. La dirección ha decidido ahora que las compañeras que cubren los Sanfermines desde hace años se queden en esta ocasión en Madrid. Casualmente, todas vienen de negro los viernes, en protesta contra el bloqueo de la ley de reforma de RTVE.
«RTVE también tiene el techo de cristal: las mujeres somos el 40 por ciento de una plantilla de casi 6.300 trabajadores, pero solo ocupamos el 27 por ciento de los puestos directivos»
– Esta denuncia parte de las mujeres de RTVE, ¿implica que tenéis un plus de hartazgo? ¿Habéis tenido o tenéis que aguantar más por el hecho de ser mujeres?
– La manipulación afecta por igual a hombres y mujeres, las protestas no tiene género. La iniciativa de esta campaña en particular ha sido nuestra por lo que ya he comentado: teníamos el impulso, el 8M, y los medios, las plataformas que organizamos entonces.
– ¿Qué opinan vuestros compañeros? ¿Os sentís apoyadas?
– Nosotras aportamos perspectiva de género, pero es una batalla en la que combatimos juntos.
– Hasta el Parlamento Europeo va a investigar si hay manipulación y censura en TVE. ¿Puedes compartir algún caso escandaloso que te haya llamado la atención?
– En internacional nos preocupa, sobre todo, la banalización de la información, y las ausencias. La guerra de Yemen no existe, por lo tanto tampoco la polémica sobre las armas que España vende a Arabia Saudí. Los casos más sangrantes se dan en la información política. El caso Gürtel, por ejemplo, es un ‘suma y sigue’ de manipulación. Cuando Correa, el cabecilla de la trama, implicó a Mariano Rajoy delante de un juez, el Telediario lo dio de pasada en el minuto 24. Cuando acusó al expresidente valenciano Francisco Camps, ni lo dimos.
A nosotras nos dolió especialmente el tratamiento del 8M. Los días previos el Telediario ignoró el debate político y social sobre la huelga feminista. “No nos metamos ahora en eso”, dijo Rajoy sobre la brecha salarial, y el Telediario ni se metió, ni metió a Rajoy. Se censuraron hasta las propuestas de huelga a la japonesa de mujeres dirigentes del PP. Y el mismo 8M se habló más de la historia del feminismo que de los problemas de las mujeres españolas. Nos duele especialmente porque los dos principales telediarios están editados por mujeres. Las dos, por cierto, sin apenas experiencia en televisión antes de su nombramiento.
“La manipulación afecta por igual a hombres y mujeres, las protestas no tienen género”
– También evidenciáis vuestras protestas desde el pasado 27 de abril con los llamados “viernes negros”. ¿Cómo surge la idea?
– Los “viernes negros” fueron una iniciativa de los Consejos de Informativos para protestar por el bloqueo de la reforma de RTVE, que se aprobó en septiembre y va camino de superar los nueve meses de un embarazo. La frustración estalló cuando parecía que se desbloqueaba… y el PP volvió a maniobrar para retrasarla. Empezó en Madrid, pero enseguida se extendió a centros territoriales, unidades informativas, corresponsalías…
Nosotras no convocamos la protesta pero estamos en vanguardia desde el minuto uno, proponiendo hashtags, elaborando vídeos y difundiéndola en redes y medios. Lanzamos en redes la campaña #YoDefiendoRTVE, a la que se ha sumado gente de la talla de Joan Manuel Serrat, Almudena Grandes, Soledad Gallego-Díaz, Rosa María Calaf… Este viernes volverá a ser #ViernesNegro, porque el martes el PP volvió a obstaculizar la aplicación de la reforma. Seguiremos hasta que la ley se aplique, se confirme la renovación de los órganos directivos de RTVE y tengamos garantías para informar con independencia del poder político.
– Precisamente, el panorama político ha dado un vuelco de 360º. Entiendo que todavía es muy pronto, pero ¿estáis viendo algún pequeño cambio de actitud que indique que vuestras reivindicaciones van a ser escuchadas?
– El cambio en RTVE no depende del Gobierno, sino del Parlamento, que es el que tiene que dar luz verde al reglamento para que la reforma se pueda aplicar y organizar el concurso público que acordaron las fuerzas mayoritarias de la oposición. La realidad es que la manipulación continúa, con la diferencia de que la dirección está ahora a la defensiva. Los últimos coletazos son a veces los más peligrosos.
«Queremos romper definitivamente el techo de cristal de RTVE»
– ¿Qué expectativas tenéis con el nuevo Gobierno?
– Por los menos ha dejado claro que no va a dificultar la puesta en marcha de la ley. Lo que reclamamos es que RTVE no sea altavoz de ningún gobierno, que sea la radiotelevisión de sus accionistas, que es toda la ciudadanía, la que nos paga con sus impuestos. Para eso hay que empezar por arriba, por un presidente que se deje la mochila ideológica en la puerta del despacho y que nombre al resto de los directivos por su competencia profesional, no por afinidad ideológica. Y si en lugar de presidente es presidenta, mejor. Queremos romper definitivamente el techo de cristal de RTVE.
– Cuando consigáis el cambio (que así será), ¿hay alguna reivindicación más en vuestro horizonte?
– Estamos deseando que el cambio llegue de una vez, por razones obvias, pero también para centrarnos en las reivindicaciones que nos vieron nacer, las que millones de mujeres gritaron en las calles el 8M.
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