TEXTO: Luis Gallego, cirujano ortopédico en traumatología, es director de Artrosis Clinic y jefe clínico de la Unidad ITFA (Instituto de Trumatología y Fisioterapia Avanzada) del Hospital Vithas Almería.
La artrosis es el deterioro articular del cuerpo y constituye la enfermedad del sistema músculo-esquelético con mayor incidencia, afectando frecuentemente a la rodilla, aunque también a grandes articulaciones, como la cadera, y pequeñas como las articulaciones de las manos.
Podría decirse que el cuerpo va perdiendo su capacidad de regeneración, va perdiendo su vitalidad, y esa pérdida de vitalidad es la artrosis.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la mitad de la población mundial estará afectado por la artrosis en algún momento de sus vidas; y, casi la mitad de personas de más de 70 años, padece artrosis de rodilla; aproximadamente el 10 % de los varones y el 18 % de las mujeres mayores de 45 años padecen artrosis.
Por tanto, la artrosis afecta el doble a las mujeres que a los varones.
En la formación de la artrosis se combinan factores hereditarios y mecánicos, produciéndose un desajuste de citoquinas y enzimas que conduce al deterioro del tejido articular, sobre todo del cartílago, sinovial y hueso subcondral; pero también de los ligamentos, fibrocartílagos y tendones.
Su incidencia está directamente relacionada con la edad y, debido al envejecimiento de la población en el mundo occidental, está en aumento constante y supone un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes debido al dolor, reducción de la movilidad, reducción de la capacidad funcional y laboral y las implicaciones psicológicas que esto produce a las personas (la OMS estima que el 80 % de pacientes con artrosis presenta limitaciones en la movilidad y el 25 % no puede realizar actividades normales en la vida diaria).
En España, 7 millones de personas padecen artrosis, y su incidencia ha aumentado en un 70 % en las últimas dos décadas, suponiendo un coste medio anual para nuestro Sistema Sanitario de cerca de 5.000 millones de euros. Y, el 65 % de los pacientes, no están satisfechos con su tratamiento actual.
Riesgos
El hecho de que las mujeres presenten el doble de riesgo de padecer artrosis se debe a varios factores. Por una parte, la esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres, y la artrosis está directamente relacionada con la edad. En este aspecto, es algo bastante positivo: tenéis más artrosis porque vivís más (como decía el actor Michael Caine: “Hacerse viejo es maravilloso, considerando la alternativa”). Y la artrosis no mata, pero mortifica.
Por otra parte, a medida que la mujer se acerca a la menopausia y disminuyen sus niveles de hormonas sexuales, los huesos se hacen más débiles, y en las zonas articulares los huesos se deterioran, dañando el cartílago y deformando las articulaciones que se vuelven rígidas y dolorosas.
Además, la masa muscular de la mujer es menor a la del varón, y la laxitud ligamentosa suele ser mayor; esto es un problema, pues la estabilidad de las articulaciones se deteriora más fácilmente. Las articulaciones inestables terminan en artrosis.
Sobre el dolor
La percepción del dolor es diferente en la mujer que en el varón (el dolor es algo subjetivo, diferente en cada persona). El caso es que las mujeres estáis preparadas para ser madres, lo cual hace que aguantéis en general mejor el sufrimiento. Esto lo percibo en especial en las abuelas, cuya capacidad de aguantar el dolor es mítica; lo cual puede ser bueno (he podido hacer operaciones a abuelas con anestesia local que no aguantaría ni un legionario) pero, de otro lado, observo que muchas mujeres acuden muy tarde a buscar ayuda, porque están más centradas en cuidar de su familia. Así que, si estás en esta situación, no dudes en pedir ayuda, no aguantes tanto, piensa que solo estando sana y feliz podrás tener una vida plena.
Hábitos saludables
Vale, soy mujer y estoy llegando o he pasado la menopausia: ¿Qué puedo hacer? Bueno, en primer lugar dar las gracias al cielo por ser la criatura más inteligente de la creación.
Después tienes que llevar una vida saludable:
-Evita el sobrepeso, que sobrecarga las articulaciones. En realidad, lo aconsejable es disminuir el porcentaje de grasa corporal y aumentar la masa muscular. (Si pierdes masa muscular bajarás el metabolismo y terminarás ganando grasa). Para ello, lo ideal es combinar la dieta mediterránea con el ayuno intermitente.
-Y ejercicio físico: combinando movimiento aeróbico –andar, montar en bici, nadar…–, además de ejercitar tu sistema cardiovascular, lograrás de forma natural que se estimulen las células madre que repararán tus tejidos y tus articulaciones se lubricarán con la circulación de líquido sinovial, que nutre el cartílago. Este ejercicio ha de combinarse con ejercicios de control corporal como el yoga, el Tai-chi o el Pilates, y con ejercicios de fuerza que aumentan la masa muscular y evitan la osteoporosis. Si puedes hacer deporte acompañada, mucho mejor.
-Mantén una actitud mental correcta y evita el estrés. Se ha demostrado en múltiples estudios que las personas con una motivación en su vida para seguir adelante, con optimismo, y que se toman los problemas como retos a superar, consiguen alargar los telómeros, que son las partes del material genético que te protegen del envejecimiento. Por otra parte, el estrés crónico acorta esos telómeros: te envejece. (Esto se ha visto en mujeres cuidadoras de enfermos terminales, con ansiedad permanente).
Avances
Por último, confía en la Ciencia, que está haciendo grandes avances al respecto. Hasta hace poco, los tratamientos para la artrosis se limitaban a paliar sus síntomas, no a frenar su progresión o revertir el daño articular, y el tratamiento quirúrgico de reemplazo articular en etapas avanzadas de la enfermedad era la única solución.
Los avances en tecnología biomédica en este siglo están permitiendo utilizar terapias regenerativas utilizando ingeniería tisular y biología molecular con el fin de re-establecer la estructura y funcionalidad de los tejidos dañados, tratando de utilizar el potencial reparativo del propio cuerpo.
La OMS, en la última clasificación de enfermedades, incluye la vejez como enfermedad, lo cual ha desatado una gran polémica, pues considera los “períodos geriátricos inicial y final” un problema relacionado con la salud. Muchas personas creen que esto puede ser discriminatorio para las personas mayores, pero lo cierto es que el hecho de que la OMS considere la fragilidad senil una enfermedad es un cambio de paradigma revolucionario, que permitirá que tu médico te prescriba medicinas para evitar que aparezcan enfermedades relacionadas con el envejecimiento como es la artrosis.
LIBROS RECOMENDADOS
‘Lifespan’ de David Sinclair, de la Universidad de Harvard. Explica de forma amena la biología del envejecimiento y qué hacer para prolongar la juventud.
‘La solución de los telómeros’ de la premio Nobel Elisabeth Blackburne. Une conceptos de biología y de psicología y ayudará a mantener la actitud mental correcta para vivir más sana.
‘Hábitos atómicos’, de James Clear. Expone cómo cambiar los hábitos poco a poco para conseguir nuestros objetivos.
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