Amor por la traducción. Esto es lo que siente Neila García Salgado (1991), una ourensana afincada en Viena que ha ganado el Premio Nacional a la Mejor Traducción (2018) por la obra sueca Encontraste un alma de Edith Södergran. Su interés por descubrir y compartir conocimientos han hecho, de su profesión, un perfecto espacio para regalar sensibilidad y talento.
–¿Quién es Neila García?
–Tal vez sea yo la persona menos indicada para responder a eso, pero si nos ceñimos a lo demostrable: una chica de 27 años que nació en Ourense, vive en Viena, trabaja como traductora y dedica su tiempo libre al ballet, los idiomas, la correspondencia y a disfrutar de la música, el cine y la literatura.
–¿De dónde nace tu amor por la traducción?
–De las ganas de descubrir, comunicar y compartir.
–¿Qué idiomas conoces y cuáles tienes ganas de aprender?
–Hablo español, gallego, inglés, sueco, alemán y francés; y también he estudiado un poco de hebreo y japonés. Comencé a estudiar polaco hace algo menos de un año. De los idiomas que he aprendido hasta ahora es sin duda el que más dedicación me exige, por lo que me lo imagino poco menos que como un proyecto vital. Si me dejara espacio para otros idiomas, entonces creo que el portugués encabezaría mi lista de prioridades.
“Mi amor por la traducción nace de las ganas de descubrir, comunicar y compartir”
–¿Qué significa para ti haber ganado el Premio Nacional a la Mejor Traducción?
–Ha sido mi primer galardón y ha supuesto un gran reconocimiento a mi trabajo, pero también a la obra de Södergran y a quienes hicieron posible que ese libro se publicara (pienso, fundamentalmente, en Nórdica: en su editor, Diego Moreno, y en el maravilloso equipo que lo acompaña). Diego Moreno me confió la obra de una de las poetas más reconocidas en lengua sueca pese a mi brevísima trayectoria. No podría estarle más agradecida.

–¿Piensas que el trabajo de traductora o traductor está realmente valorado?
–El literario me temo que, en general, no; y eso se deja ver, sobre todo, en su escasa remuneración económica. Por según qué editores, lectores y críticos, sí está valorado, aunque esa debería ser la norma y no la excepción. Si hablamos de traductores o traductoras de textos comerciales, tampoco su trabajo suele estar valorado. No ocurre lo mismo, sin embargo, en las instituciones internacionales, cuyos traductores o traductoras sí gozan normalmente de unas condiciones mejores. Por otro lado, cuantitativamente, en el sector de la traducción, las mujeres somos mayoría en España.
–¿Cuál ha sido tu mayor hazaña de traductora?
–Como obra, creo que ha sido Encontraste un alma, por su envergadura y complejidad. Hasta finales de marzo mi reto será traducir una novela de Hjalmar Söderberg del sueco al español. Aunque me cuesta, intento no pensar más allá.
–¿Hay algún autor o autora que se te haya resistido?
–Todos. Todos los autores se me han resistido, en la medida en que para verterlos al español he encontrado numerosos escollos. Me encantaría, no obstante, traducir más poesía; y también diarios y correspondencia.
–¿Cuál es tu mayor sueño dentro del mundo de la traducción? ¿Te gustaría traducir para el cine, la televisión o alguna plataforma digital?
–Me gustaría seguir trasladando a autores y autoras que no se han traducido aún al español y cuya obra admiro. Por otra parte, me encanta el cine y una traducción que guardara relación con él sin duda me emocionaría. Una vez traduje un fragmento de Persona de Ingmar Bergman y lo leí mientras se proyectaba la película. No fue un encargo de traducción, lo hice por iniciativa propia en el marco de las lecturas literarias Como lo oyes de la facultad donde estudié, la Facultad de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca; pero lo recuerdo como un momento mágico.
Ahora… dime
-Tu mejor novela traducida. Solo he traducido una hasta ahora y es La juventud de Martin Birck de Hjalmar Söderberg. No sé si habré logrado hacerle justicia, pero el original sueco es una brillante novela de formación.
-¿Y un poema? ¿El mejor en cuanto a calidad literaria? ¿El mejor traducido? ¿Mi favorito? No sabría responder a ninguna de esas preguntas, ni siquiera a la última. Algo que me llamó la atención y me sorprendió muy gratamente fue que, en las reseñas que se publicaron del libro [Encontraste un alma], los autores elegían poemas y fragmentos muy dispares.
-Tu escritor favorito. Mi gusto no para de evolucionar y por eso soy incapaz de pensar en términos tan absolutos. Recientemente me han emocionado o impresionado algunas lecturas de Ian McEwan, Ewa Lipska, Jean Genet o Pascal Quignard, pero no diría que ninguno de ellos es mi autor favorito.
-Un escritor o escritora que tengas en mente traducir. Ahora mismo me paso la mayor parte del día con Söderberg, autor al que estoy traduciendo. Al terminar ese proyecto, tengo otros pendientes. Me ilusiona especialmente un libro cuya traducción no tengo aún apalabrada, pero por el que el editor parece sentir un gran interés. Espero que ese deseo se materialice, porque daría a conocer a una figura, a mi juicio, fascinante y muy representativa de la cultura sueca.
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