El sector audiovisual se le sigue resistiendo a las mujeres. En pleno florecimiento de series feministas en las plataformas de pago, los datos siguen siendo demoledores. En lo que llevamos de siglo, 9 de cada 10 películas han sido rodadas por un hombre en España. El 7,3 por ciento de las 886 películas rodadas entre 2000 y 2006 fueron dirigidas por mujeres. El año pasado fue el 7 por ciento. Son datos de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales CIMA, que hemos conocido en el taller ‘La inclusión de la perspectiva de género en la comunicación audiovisual. La mirada invertida’, impartido en el marco de Enmujecer Fest con motivo del 8 de marzo en Córdoba.
Nombres de pioneras en el sector audiovisual, como Blanca Álvarez, Ana Mariscal, Pilar Miró, Elena Jordi, Josefina de la Torre, Margarita Alexandre, Helena Cortesina, Cecilia Bartolomé, Josefina Molina o Rosario Pi, salieron a la palestra. Según ‘Miradas de mujer. Cineastas españolas para el siglo XXI’, de Francisco A. Zurián, “el 77 por ciento de las alumnas de Comunicación Audiovisual no podía encontrar biografía sobre directoras”. En España el 65 por ciento de los licenciados de escuelas y universidades audiovisuales son mujeres, pese a lo cual, solo suponen un cuarto de las profesionales del medio y apenas un quinto en el departamento de dirección.
El análisis de los costes de las películas dirigidas por mujeres, en comparación con los costes de las dirigidas por hombres, arroja más datos reveladores. Las directoras trabajan de media con 990.000 euros menos que sus compañeros.
En cuanto a las intérpretes, hay tres brechas que sufren: laboral, salarial y por edad. La duración media de la carrera profesional de las mujeres es de 7 a 10 años, frente a los 30 años de sus compañeros varones. La oferta de trabajo se concentra para ellas entre los 20 y los 35 años, mientras que la de los hombres lo hace en la franja entre los 40 y los 60 años. Las trayectorias de las actrices son, por tanto, discontinuas, intermitentes y con periodos de inactividad laboral.
El ‘Estudio sociolaboral del colectivo de actores y bailarines en España’, un trabajo que la Fundación AISGE, aporta datos sobre la precariedad entre las mujeres. “Para empezar, en la tasa de desocupación como artistas, que se eleva al 51,6 por ciento entre ellas y desciende hasta un 45,4 por ciento entre los varones. Y para proseguir, en todas las demás variables. Las actrices trabajan menos días al año que los hombres, cobran menos, se enfrentan con mayor frecuencia al problema de trabajar sin contrato y sufren una inserción laboral más débil. Son ellas, más en concreto, quienes predominan en el segmento de ingresos inferiores a 600 euros anuales (35 por ciento por un 24 por ciento entre los hombres). En cambio, las mujeres empiezan a escasear en franjas de ingresos un poco más favorables. Solo el 26 por ciento de actrices perciben más de 6.000 euros al año, un porcentaje que en el caso de los actores alcanza el 39 por ciento. En cuanto a las que se ven en la tesitura de trabajar sin contrato, son el 13,8 por ciento por un 9,9 por ciento entre los hombres. Y las que trabajan, lo hacen menos. Las que no superaron las exiguas dos semanas de trabajo durante 2015 fueron el 19,6 por ciento del total, un porcentaje que se redujo al 14,3 por ciento en el caso de ellos”.
Las conclusiones del Foro de Mujeres del Cine Español lo dicen claro: la ley de 2007 no se cumple y hay que hacer cambios. Entre ellos, formación incluyendo la perspectiva de género, informes segregados por sexos, sello de calidad y creación de espacios específicos para la denuncia de abusos sexistas.
Con respecto al sector audiovisual en periodismo, el Manifiesto para el 8 de marzo ‘Las periodistas paramos’ pone sobre la mesa una serie de ‘techos’ a batir: brecha salarial, techo de cristal, precariedad, corresponsabilidad y cuidados, acoso laboral y sexual, espacios de opinión y tertulianos masculinizados, mirada parcial y preocupación por los enfoques.

Contenidos y miradas
Las malas prácticas en género son habituales en los medios de comunicación, públicos y privados. También en la publicidad audiovisual. Y, por supuesto, en el cine. “No podemos ser lo que no podemos ver”. El cine es un agente socializador que se nutre de los valores culturales e imprime cultura. Su mirada es masculina, por eso no toma a las mujeres reales como modelo, aunque las mujeres sí tomamos como modelo el cine. Habla de mujer y no de mujeres. Los estereotipos masculinos son activos; los femeninos, pasivos.
Con todo, la mirada femenina no es lo mismo que la feminista. La femenina puede llegar de hecho a ser muy complaciente con el status quo. La mirada feminista es transgresora y transformadora. Por eso se hace fundamental la mirada de las mujeres directoras, que aportan otros personajes femeninos en sus películas y presentan situaciones innovadoras que enriquecen nuestros puntos de vista.
De hecho, estamos en pleno auge de las series feministas. Están protagonizadas por personajes femeninos, tratan temáticas que afectan a las mujeres, están dirigidas a un público femenino. Abordan temas clave del feminismo: Girls, Orange is the Black, Vis a Vis, El cuento de la criada, Transparent, Broad city, Big Little lies, I love Dick, The Fall, Top of the Lake.
Hay también contenidos feministas en la red: youtubers feministas como Isa Duque Psico Woman , Alicia Murillo , El Tornillo, Malena Pichot , La Pulla, Vicu Villanueva, YellowMellow, Ayme Roman, Bolli, Gominuke, María Herrejón, Andrea Compton, RoEnLaRed.
Marco legal
“Lo que las leyes hacen por la mañana, la cultura lo deshace por la noche”.
- La Ley Miró, promovida en los 80 por la cineasta del mismo apellido siendo directora general de Cinematografía, destinaba hasta un 50 por ciento de su presupuesto a subvenciones a priori, es decir, a películas que no habían empezado a rodarse, en vez de hacerlo en función de la taquilla recaudada. 30 mujeres se beneficiaron entre esa década y los años 90. En la actualidad, el acceso de las mujeres a la dirección cinematográfica sigue estando llena de dificultades.
- La Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva de hombres y mujeres, establece en su artículo 26, La igualdad en el ámbito de la creación y producción artística e intelectual:
- Las autoridades públicas, en el ámbito de sus competencias, velarán por hacer efectivo el principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en todo lo concerniente a la creación y producción artística e intelectual y a la difusión de la misma.
- Los distintos organismos, agencias, entes y demás estructuras de las administraciones públicas que de modo directo o indirecto configuren el sistema de gestión cultural, desarrollarán las siguientes actuaciones: a) Adoptar iniciativas destinadas a favorecer la promoción específica de las mujeres en la cultura y a combatir su discriminación estructural y/o difusa. b) Políticas activas de ayuda a la creación y producción artística e intelectual de autoría femenina, traducidas en incentivos de naturaleza económica, con el objeto de crear las condiciones para que se produzca una efectiva igualdad de oportunidades. c) Promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en la oferta artística y cultural pública. d) Que se respete y se garantice la representación equilibrada en los distintos órganos consultivos, científicos y de decisión existentes en el organigrama artístico y cultural. e) Adoptar medidas de acción positiva a la creación y producción artística e intelectual de las mujeres, propiciando el intercambio cultural, intelectual y artístico, tanto nacional como internacional, y la suscripción de convenios con los organismos competentes. f) En general y al amparo del artículo 11 de la presente Ley, todas las acciones positivas necesarias para corregir las situaciones de desigualdad en la producción y creación intelectual artística y cultural de las mujeres.
- En las bases para la concesión de ayudas al cine, los requisitos que más puntúan son: haber obtenido premios en 4 festivales, asistencia de 1,5 millones de espectadores y espectadoras, y tener un Premio Goya. Con estos requisitos, sólo un 12 por ciento de directores podría beneficiarse. ¿Qué pide la CIMA? Que no se otorgue puntuación a los directores en los casos en los que las mujeres directoras no tengan oportunidad de optar a estos requisitos.
- El Consejo de Gobierno, en su reunión del 7 de noviembre de 2017, aprobó el proyecto de Ley del Cine en Andalucía, ahora en trámite parlamentario, que dotará por primera vez de un marco jurídico a la producción cinematográfica y audiovisual en la comunidad. Entre otras novedades, la norma incluye medidas para impulsar la alfabetización audiovisual, acercar la creación cinematográfica a las aulas, incrementar la presencia activa de las mujeres en la industria, favorecer los rodajes en la comunidad, incorporar al sector en las políticas autonómicas de internacionalización, mejorar el acceso de las personas con discapacidad y reforzar la protección del patrimonio vinculado a la actividad.
- La AAMMA, la Asociación Andaluza de Mujeres en los Medios Audiovisuales, tiene entre sus objetivos velar por el cumplimiento de las leyes andaluzas del Cine y el Audiovisual y por su correcto desarrollo normativo en materia de igualdad.
Comentarios: 1 reply added