
Tras un marzo con huelga y movilizaciones y el silencio como respuesta de la consejera de Educación, Sonia Gaya, a las demandas de menor precariedad del colectivo interino, se pretende continuar con acciones escalonadas durante el presente mes y sucesivos de las que iremos informando. Mientras, La Giganta digital ha estado con María Jesús García, licenciada en Filología Hispánica, de 42 años, que lleva 10 trabajando como profesora interina para la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. La docente relata la inestabilidad y el miedo que conlleva la posibilidad de perder un trabajo que la mayor parte de los compañeros y compañeras realizan con empeño y vocación. Añadido a su currículo, nos cuenta, anteriormente ha ejercido como profesora de español en varias escuelas de idiomas y en la Escuela Universitaria de Turismo EUSA. También, en los inicios de su vida laboral, conoció la subcontratación y la precariedad del sector del telemarketing ya que estuvo año y medio como teleoperadora en Sitel, empresa a la que le debe mucho ya que, gracias a ella, se inició en el activismo y forma parte de la CGT desde entonces.
El año anterior a que llamaran por primera vez a María Jesús para una sustitución, conseguió una beca de auxiliar de conversación y pudo pasar siete meses en un pequeño pueblo de Normandía dando clase en un colegio y en un instituto. Allí, aclara, «fue mi primera inmersión en la enseñanza pública y tomé conciencia de que quería dar clase donde ni la clase social, ni la religión, ni el origen, ni la posición económica fuesen elementos segregadores del alumnado».
Desde que terminó la carrera ha pasado por 24 centros de trabajo y, desde que comenzó como interina en 2007, ha trabajado en 17 institutos. Apenas ha estado en paro y, añade, «viendo cómo está todo se supone que debo estar contenta pero no, no lo estoy; y me resisto a asumir que mi vida tenga que ser continuamente una improvisación y que pensar a largo plazo sea una quimera. No, no me conformo».
«He pasado por 24 centros de trabajo y, como interina, he trabajado en 17 institutos»
María Jesús recuerda que, las primeras veces, incluso le hacía ilusión cuando sonaba el teléfono de la delegación de otra provincia y le citaban a la mañana siguiente y ni siquiera le decían a qué pueblo iba a tener que ir. «Toda mi ilusión pensando en conocer un nuevo instituto, nuevos compañeros, nuevo alumnado, nuevas experiencias… En cambio ahora llego al centro nuevo con una coraza puesta por miedo a coger cariño y, en breve, tener que decir adiós. Demasiadas despedidas. Sé que no es lo más adecuado porque así me pierdo también las cosas bonitas».
Pérdida de ilusión
Su ilusión se ha ido mermando cada vez que se ha presentado a una oposición y no ha sacado plaza. «He aprobado en dos ocasiones y he suspendido varias. He podido comprobar cómo el tiempo y esfuerzo invertido en estudiar no suele ser proporcional a la nota obtenida, ya que intervienen múltiples factores como el azar en las bolas o los criterios del tribunal. Empecé a trabajar por una bolsa extraordinaria y las poquísimas veces que lo cuento siento como si me tuviera que justificar por ello. Tengo que recordar –y a veces, recordarme– que fue una convocatoria pública en la que competí en igualdad de oportunidades, capacidad y méritos con el resto de las aspirantes».
Según María Jesús, «quería ser profesora porque creo que la educación es la principal herramienta para borrar las diferencias sociales y dotar a las personas de igualdad de oportunidades. También, porque vivimos en sociedad y al alumnado se le ha de enseñar que debe esforzarse en ofrecer al resto lo mejor de sí mismo, porque si no, no se avanza. Hoy renunciaría a mi trabajo y a parte de mi sueldo si encontrase otro que me permitiese una vida estable y vivir sin miedo. Porque tengo miedo, que me empezó a entrar cuando el decreto 302 ordenaba la bolsa por nota a partir de una fecha, aunque yo era ‘blindada’, y cuando despidieron a 4.502 interinos, aunque a mí me llamaron al mes siguiente; y, ahora, porque si no apruebo mi plaza la puede ocupar otra persona».
«Hoy renunciaría a mi trabajo y a parte de mi sueldo si encontrase otro que me permitiese una vida estable y vivir sin miedo»
Esta interina piensa que el sistema se está cargando sus ilusiones. «No tengo hijos ni pareja. No sé si porque no ha surgido, no he querido o no he podido. Me acuerdo de una compañera interina que ve a sus hijos pequeños solamente los fines de semana, de otra que ha tenido que renunciar a su puesto porque tiene un bebé de pocos meses y la habían destinado a otra provincia, o de otra cuyo hijo ha pasado por tres colegios diferentes. No quiero esa vida para mí. Y siento rabia. Mucha rabia».

Demandas a la Administración
María Jesús García ha hecho huelga recientemente porque le parece imprescindible que la Consejería firme un plan de estabilidad que garantice el empleo al colectivo de profesorado interino que lleva años demostrando su validez dentro del sistema y porque le parece de justicia que el Gobierno central negocie una doble vía que permita el acceso al profesorado interino mediante concurso de méritos y a los nuevos aspirantes mediante concurso-oposición. Así, afirma, «ni se desperdicia la experiencia ni se tapona el acceso a los recién licenciados que merecen tener posibilidades reales de trabajar. Creo que si estas medidas no se llevan a cabo es por falta de voluntad política, ya que el EBEP lo permite y la oferta de empleo va a contar con plazas suficientes. Tirando de hemeroteca es fácil comprobar que las oposiciones restringidas o transitorias que ahora el Gobierno andaluz y los sindicatos CCOO, UGT y CSIF encuentran inviables, anteriormente han sido posibles en numerosas ocasiones».
Que el lunes 12 de marzo, prosigue, «saliéramos a la calle más de 10.000 interinos –que aproximadamente puede ser el 50 por ciento del colectivo– y que en más de 300 centros escolares andaluces se hayan pospuesto las evaluaciones para después de Semana Santa me parece un éxito y supone un fuerte empuje para perseverar en la lucha por el plan de estabilidad y la doble vía de acceso. Concretamente, en mi centro el seguimiento de la huelga ha sido mínimo: muchos interinos a punto de jubilarse sienten que el problema actual no va con ellos y que siempre ha habido amenazas y no les ha pasado nada; otros acaban de empezar, es su primer trabajo y aún no han adquirido conciencia. Tendremos que seguir haciendo asambleas, compartiendo experiencias y recordando que los derechos laborales que ahora disfrutamos han sido consecuencia de muchas luchas y de mucho esfuerzo de la clase trabajadora en su conjunto».
Primera movilización de abril en Sevilla
El próximo 8 de abril, en el contexto del XXI Día Metropolitano de la Bicicleta, está prevista una marcha en bici por la estabilidad del profesorado interino. La salida será a las 12:00 desde los Jardines Cristina (Puerta de Jerez).
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