Eran las diez y media de esta mañana cuando conocí a través de la prensa que el Gobierno no le iba a conceder el indulto a María Salmerón, con la que contacté vía WhatsApp para preguntarle cómo estaba y confirmar si era cierta la noticia, por este orden. Su respuesta fue: <<¿dónde ha salido?>>. Es decir, María, la madre maltratada para la que la justicia ha pedido cárcel por proteger a su hija -que no quería ni quiere ver a su progenitor- de su ex marido maltratador, indultada en tres ocasiones anteriores, no conocía esta decisión gubernamental, ni tampoco su abogado. Los medios, sí, de fuentes judiciales. No es la primera vez que María se entera por la prensa de decisiones judiciales con respecto a su caso.
Así que tenemos una decisión que no hay por donde cogerla, por parte de un Gobierno que dice de sí mismo que es el más progresista de la historia de España. Tenemos una justicia que evidentemente no es tal, porque de ninguna justicia se espera para la víctima más violencia machista, que ampare al ex maltratador incluso por la Fiscalía. Tenemos un ministerio de Igualdad al que habría que llamar de desigualdad patriarcal, y además nos quiere tomar el pelo. Porque si no, no se explica cómo un ministerio que forma parte de un Gobierno, aunque sea de coalición, critica al mismo Gobierno del que forma parte por no conceder el indulto a María y se despacha con una declaración y un tuit. Si de verdad les preocupa el tema, como dice afirmar la misma secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, que parece que no es consciente de que es una institución gubernamental y de las más altas, que se dejen de lamentaciones y actúen en consecuencia.
En algo de lo que ha dicho Angela Rodríguez estoy de acuerdo: <<lo que está sucediendo en este país con las madres protectoras es un fracaso del sistema judicial>>. Y añado que el mensaje que se está transmitiendo es que los maltratadores podrán seguir haciéndoles la vida imposible a sus ex mujeres y a sus hijos e hijas porque no les va a pasar nada. Por el contrario, a quien le puede pasar mucho es a la mujer, siempre una mujer, que puede ir a la cárcel, ser perseguida de por vida, multada y con riesgo de perder su trabajo, como es el caso de María Salmerón. Su hija, ya mayor de edad, tampoco le importa nada a este sistema judicial, obviamente.
Pues a mí me importan María, su hija, y todas las mujeres y todos los hijos e hijas en la misma situación. Una hora más tarde de conocer que no iba a ser indultada, María me dijo: <<seguiré peleando>>. Nosotras también. La desobediencia de María es nuestra desobediencia, que se oiga en las calles y en todos los espacios. #IndultoYa. #TodasSomosMaría.
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