site logo
  • Está pasando
  • Luchadoras
  • Memoria
  • Opinión
  • Somos
  • La Giganta en acción
  • Contacto
  • ¿Nos apoyas?
Página principal > Está pasando > María José Guerra Palmero: "El patriarcado es una estructura social de desigualdad"
5 noviembre 2018  |  Por Nale Ontiveros

María José Guerra Palmero: «El patriarcado es una estructura social de desigualdad»

m jose
Me encuentro con María José Guerra en la puerta de la residencia donde está alojada en su visita a Sevilla en el marco del XII Congreso Andaluz de Filosofía, donde participa con una ponencia sobre Feminismo y Pacifismo. Nos sentamos frente a un café y me permite conversar con ella acerca de las mujeres.

He de reconocer mi admiración hacia esta mujer, catedrática de Filosofía Moral de la Universidad de La Laguna, y presidenta de la Red Española de Filosofía, cargo que ostenta desde 2017, desde donde ha luchado, contra viento y marea, a favor de volver a introducir la asignatura de Filosofía en el currículo de la ESO y el Bachiller, algo que parece haberse conseguido. Es también autora de libros como Breve introducción a la ética ecológica o Intervenciones feministas, además de artículos de divulgación en diversos medios.

Es una delicia escucharla hablar de filosofía y de feminismo, configurando en nuestro imaginario una sociedad más igualitaria, más accesible y más justa, y defendiendo el pensamiento filosófico como una herramienta imprescindible de cambio social.

–¿Qué es el feminismo?

–El feminismo tiene que ver con detectar la desigualdad de trato estructural, relativa al sexo, en nuestra sociedad, al que denominamos Patriarcado, y reaccionar ética y políticamente contra esa desigualdad.

Tuve la suerte de tener una profesora de filosofía, cuando acababa el bachillerato, que era feminista, en el año 1979. Escucharla hablar fue como encajar los datos que me fallaban en el puzle, y que, de repente, se ordenaron. Yo vivía con una gran sensación de injusticia, por cómo era tratada en mi familia como la falta de privilegios que sí tenían mis hermanos, las constricciones a la libertad; y entonces fue como una clave interpretativa en la que, finalmente, cobraba sentido esa injusticia. En ese momento pasas de pensar en «qué mala suerte» habías tenido con tu familia, con tus compañeros, con tus amigos, a comprender que existe una estructura social de desigualdad.

–¿Qué relación existe entre el patriarcado y lo que está sucediendo en la naturaleza, a nivel planetario?

–El patriarcado es tan viejo y está tan arraigado, tan naturalizado, que entiendo que para mucha gente sea difícil, incluso, detectarlo. Realmente, nos construye. Todo ese sistema de valoraciones culturales, de asignar valor o disvalor, dependiendo de si algo es connotado como masculino y no como femenino, nos constituye.

Estamos en un cambio histórico sobre el machismo. Porque, por una parte, se diagnostica y es detectado. Pero, por otra parte, se da la reacción de rearme patriarcal, que está funcionando. Existe la hipótesis de que la crisis de la masculinidad, que tiene que ver con estas últimas décadas de equiparación y emancipación de las mujeres, es uno de los factores a tener en cuenta del ascenso de la ultraderecha, la cual defiende una visión tradicional, cerrada, misógina, homófoba y xenófoba.

La conexión entre patriarcado y capitalismo es históricamente mucho más reciente. El capitalismo lleva varios siglos afinando sus estrategias depredadoras. Sobre todo, sobre la naturaliza y los seres humanos. Su último estadio ha sido la globalización, con la deslocalización de la producción a determinados países, como China. Y, como consecuencia, el cultivo de la precariedad e incertidumbre.

Estamos en un momento muy determinante. Si sigue avanzando la tecnología, con la robótica y automatización, los puestos de trabajo tal y como los conocemos, van a desaparecer en muy poco tiempo.  Podemos estar en un umbral de reformulación del sistema. Es más, si no se establecen medidas, como la Renta Básica de ciudadanía, las crisis que hemos tenido nos pueden parecer ridículas con lo que puede suceder en el futuro. Porque, prácticamente un gran sector de la población, puede quedar absolutamente excluida y marginada.

Estamos en un umbral ligado a la sostenibilidad, que tiene que ver con el cambio climático y con que ya hay situaciones verdaderamente límites, de crisis ecológicas y crisis urbanas. Pero también con respecto a lo que significa la reestructuración de la estructura productiva y económica, con la revolución tecnológica.

–¿Qué puede aportar el feminismo a una nueva sociedad?

–En un un principio la erradicación de las desigualdades. Ese es el factor fundamental. La erradicación de la violencia que todo sistema de dominación ejerce cuando no existe el consentimiento o sometimiento a dicha dominación. Otro aspecto importantísimo, la universalización del cuidado. Me parece que es otro de los elementos fundamentales, porque siguen cuidando las mujeres. Y todo lo que es el trabajo reproductivo, la reproducción social, es un factor de desigualdad y de asimetría enorme. Los derechos reproductivos siguen siendo una batalla. Porque, aunque hemos conseguido el aborto, parece que siempre está amenazado. Entramos en una coyuntura, no solo nacional sino mundial, donde los avances propiciados por el feminismo, se pueden ver comprometidos.

“El feminismo construye una sociedad igualitaria, erradicación de la violencia, garantía de los derechos reproductivos y la universalización del cuidado, pero que vaya más allá, con el cuidado a la naturaleza»

Con respecto al capitalismo, también está complicado en el sentido de que es una estructura muy bien trabada a través de nuestras propias subjetividades, de nuestros propios deseos. Y su funcionamiento está cada vez más potenciado por la tecnología, que debemos pensar y repensar, porque estamos en una aceleración enorme. De hecho, la tecnología está por encima de la política. No hay ningún tipo de reflexión ética. Es una maquinaria ciega al servicio de los intereses de los de siempre. Creo que una ciudadanía crítica tendría que enfrentarse al tema de qué tecnología quiere, de para qué y de cómo implementarla. Porque está al servicio del lucro de, cada vez, menos personas. Hay una gran concentración de la riqueza y muchas necesidades sociales desasistidas.

Los debates sobre justicia, tanto la cuestión medioambiental como la cuestión de cómo se ensamblan las tecnologías con nuestros usos sociales, tienen que ser problemas que estemos estudiando y dilucidando, desde el feminismo.

–El movimiento feminista está en un momento de auge y expansión. ¿Qué aporta la filosofía a este movimiento y cómo le ayuda en la acción?

–Creo que cualquier acción humana tiene que ir acompañada de una dosis de reflexión. Una acción por impulsos, por rabia, por desesperación es posible en algunos momentos. Pero, si tienes una meta política, y el feminismo es un movimiento político, hay que reflexionar sobre cuál es la meta y cuáles son los caminos que pueden llevar a esa meta. Es algo fundamental.

En determinados momentos históricos quizás ha existido demasiada preponderancia de una teoría que no estaba preocupada por la acción. Pero, en el caso del feminismo, creo que el pensar en las desigualdades en sí mismo es ya subversivo, es ponerlo de manifiesto. Hay un gran colectivo feminista que está ensayando una especie de laboratorio social, donde se exploran alternativas, sentidos, significados, políticas, planes y acciones. En ese sentido, hay mucha pluralidad de vías.

No tendremos la piedra filosofal para resolver las cuestiones, pero sí que podemos aprender de un discurso histórico complicado, donde hemos ido transformando pautas que se pensaban que eran eternas, naturales, propias de la antropología humana. Teoría con praxis: la teoría para la acción. Todo filósofo, toda filósofa que formula una idea, realiza un análisis o conceptualiza, está de alguna forma operando sobre la realidad. Esa división entre teoría y praxis es más de otra época, donde se pensaba que había un ente director y alguien que recibía las órdenes y actuaba. El feminismo es un movimiento muy horizontal y muy democrático.

–Los problemas de las mujeres son universales. ¿Cómo se puede globalizar el feminismo para que llegue al máximo número de mujeres del mundo?

–Creo que hubo una importante inflexión en los años 90 (del pasado siglo), a raíz de la caída del Muro de Berlín, donde hubo una gran transnacionalización del feminismo. Pasó de estar más encapsulado en cada país, a hacerse una agenda más global, a través de redes, ONG’s y movimientos transnacionales. En Pekín, en 1995, se produjo una primera concretización, identificando los problemas globales de desigualdad. Desde el no acceso a la propiedad, en muchos países, el que no hubiera derechos reproductivos de las mujeres, a las violencias machistas: todo el diagnóstico de las desigualdades.

Creo que los Medios de Comunicación, y entre ellos las redes sociales, hacen que algo que pasa en un país, como este año las luchas a favor del aborto en Irlanda o Argentina, nos conciernen. No solo estamos enteradas, sino que incluso participamos en acciones. Hay lazos muy fuertes dentro del movimiento feminista. También hay tensiones y divergencias.

Todo, dentro de un contexto geopolítico actual muy complicado. Estados Unidos, como potencia hegemónica imperialista, ha dado un giro muy preocupante. Y en Europa estamos viendo que, frente a esa visión positiva ligada a la defensa de los Derechos Humanos, tenemos graves problemas relativos a la migración, y se está construyendo un discurso xenófobo, anti migratorio, muy peligroso. Además, las crisis económicas han erosionado mucho a las propias democracias. Efectivamente, en otros países hay movilizaciones, hay cambios, lo cual quiere decir que hay muchas velocidades. Y también sabemos que, a veces, se producen avances y, otras veces, retrocesos.

Pero, lo que sí trae una cierta globalización, y es mediática, es que determinados elementos puedan trasladarse de un contexto a otro, conectarse. Cuestiones como el #MeToo, denuncias de violencia sexual, acoso sexual en el trabajo, o la lucha por los derechos reproductivos, se pueden considerar como feminismo transnacional.

«La gran paradoja es que el feminismo nunca ha sido tan fuerte como ahora, con tanta presencia mediática y cultural, justo con un fuerte ascenso de la ultraderecha en muchos países del mundo»

Y en países que se pensaba que iban a permanecer ajenos a este auge, como Alemania o Suecia. Es una gran paradoja que nos exige un gran esfuerzo para situarnos en nuevas coordenadas. Es un problema de todo movimiento social y político. Estamos acostumbradas a jugar con unas reglas de juego y, de pronto, nos las cambian. Es un gran esfuerzo colectivo de repensar las estrategias para enfrentar ese avance de la ultraderecha y, por otra parte, esa deriva neoliberal que está trayendo, sobre todo a las generaciones más jóvenes, más precariedad e incertidumbre. Se trata de un momento muy complicado el que vivimos.

facebookCompartir
TwitterTweet
FollowFollow us
feminismo Filosofía María José Guerra Palmero
Noticia anteriorTodos los nombres: Isabel Oyarzábal Smith, una diplomática de la España imposible
Noticia siguienteEl sueño europeo de Fátima

Comentarios: 1 reply added

  1. maría Xosé Queizán 7 noviembre 2018 Responder

    Discurso brando. Vivir nun mundo ilusorio de palabras. Igualdade, patriarcado, paz. A realidade é inxustiza, violencia sexual, agresión, explotación. Con sangue e feridas. Con morte.

Participa: deja tu comentario Cancelar respuesta

(will not be shared)

Especial 8-M

Especial 8-M

Tu apoyo es importante

Especial Bebés Robados

Especial Bebés Robados

Entradas recientes

  • Una muestra del mejor cine feminista
  • El Festival de Sevilla abre una ventana internacional a la diversidad del talento andaluz
  • El Festival de Sevilla inaugurará su 19ª edición con ‘Los hijos de los otros’ de Rebeca Zlotowski
  • El Festival de Sevilla dedica el Día del Cine Español al presente y al legado de las mujeres cineastas
  • Visibilizando a la mujer en la medicina

Categorías

  • 25N
  • 8M
  • Agenda
  • Bebés robados
  • Caleidoscopio
  • Canal YouTube
  • Chicas salvajes
  • Comunicados
  • Crónica
  • Crónicas
  • Deporte
  • Destacados
  • Editorial
  • En pantalla
  • Está pasando
  • FLFS
  • FLS
  • Imprescindibles
  • La Giganta en acción
  • La Giganta en alerta
  • Luchadoras
  • Memoria
  • Opinión
  • Piqueta
  • Quiénes somos
  • Red Car
  • Reseñas
  • Salud
  • SEFF
  • Tribuna

Meta

  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.org

Encuentra en La Giganta Digital

Publicaciones mes a mes

Temas

8M (19) 25N (7) Agenda (4) Bebés robados (12) Caleidoscopio (13) Canal YouTube (1) Chicas salvajes (10) Comunicados (5) Crónica (2) Crónicas (3) Deporte (4) Destacados (8) Editorial (10) En pantalla (1) Está pasando (422) FLFS (3) FLS (4) Imprescindibles (4) La Giganta en acción (2) La Giganta en alerta (41) Luchadoras (91) Memoria (171) Opinión (14) Piqueta (19) Quiénes somos (1) Red Car (2) Reseñas (15) Salud (2) SEFF (15) Tribuna (28)
CC - AVISO LEGAL - POLITICA DE PRIVACIDAD - COOKIES - ¿TE ANUNCIAS?