El segundo informe sobre el papel de las mujeres en la industria de la animación que elabora MIA, la asociación del mismo nombre, confirma los resultados del año anterior. Ya sea como creadoras o como personajes protagonistas, las mujeres siguen ocupando un segundo lugar. Y es que solo se constata un 26,56% de presencia femenina en los equipos de largometrajes de animación, donde no hay ninguna directora al frente. También hay datos positivos que indican que la industria de la animación va por buen camino, pero el informe concluye que «todavía queda mucho trabajo para conseguir una industria igualitaria, tanto en el reparto de los puestos de trabajo, como en la asignación de subvenciones y en la creación de contenidos».
El Informe MIA 2021 presenta algunas novedades respecto al de 2020, ya que amplía su análisis a series, cortometrajes y largometrajes y ha sumado a 5 investigadoras expertas del mundo de la animación: Sara Álvarez, Begoña Vicario, Nerea Cuenca, Maitane Junguitu y Susana García, que han colaborado con la autora del anterior informe Sara Cuenca. Ha contado con el patrocinio de la Universidad Europea de Madrid y TrendPicStudio.
Este trabajo tiene como objetivo dar visibilidad a las desigualdades de género en el sector, como es el caso de los porcentajes de representación de la mujer en puestos de liderazgo o el planteamiento de roles estereotipados en los contenidos de las producciones de animación producidas en España. “Es necesario para detectar debilidades y fortalezas que nos permitan establecer líneas de trabajo para lograr una presencia femenina equitativa y con garantías dentro de la industria”, defiende la presidenta de MIA, Myriam Ballesteros.

El informe confirma además otra realidad de la que ya alertaba en el análisis del año pasado: la información relacionada con las obras analizadas se encuentra dispersa, incompleta y con datos poco fiables. Los datos publicados on line no recogen información como la fecha real de estreno de las producciones o las fichas completas de profesionales implicados. Este hecho contribuye a invisibilizar a las mujeres creadoras y los roles que desempeñan en el sector de la animación y obstaculiza el trabajo de investigación para conocer la situación real de las mujeres en la industria. Por ello desde MIA vuelven a reivindicar «la necesidad de que los organismos oficiales cuenten con bases de datos desagregadas por sexo y cumplimentadas a niveles que recojan las especificidades del sector del cine, tanto atendiendo a los diferentes metrajes como tipo de imagen o género cinematográfico. Se identifica, además, una insuficiente unificación de los datos ofrecidos, donde además podemos añadir que cuanto más alejados los largometrajes del género ficción, menos datos constan».
En la estructura laboral se aprecian muchas diferencias dependiendo del ámbito del sector: en el caso del largometraje estamos ante un ámbito muy masculinizado. El cómputo total de personas mencionadas en los créditos en los diversos roles y cargos asciende a un total de 284, de las cuales 85 son mujeres y 199 son hombres. Las proporciones porcentuales de distribución por sexos resultan de un 29,93% % de mujeres y un 70,07% de hombres. Sólo en 7 de los 20 cargos estudiados, las mujeres están representadas por encima del 40%. largometrajes de animación, dentro de los cargos dependientes o de refuerzo: coordinaciones, asistencias, cargos junior o ayudantías llegando a alcanzar una representatividad del 48,48% en el cómputo total de roles afines, nuevamente muy vinculada a los roles de género.
Algo mejor es la situación en las series de animación, aunque los cargos de importancia están en manos de varones: un 77,55% de hombres en los puestos de liderazgo y en la cúspide de la pirámide jerárquica y un 68,10% también desempeñados por varones en los cargos relevantes correspondientes a la parte media de la pirámide jerárquica. La existencia de un techo de cristal en el sector de las series de animación es una realidad, con tan solo un 28,78% de presencia femenina en sus cargos de decisión, creación y relevancia.
En cortometrajes la situación varía dependiendo de si estamos ante obras de escuelas o frente a obras profesionales o independientes, ya que en las películas de estudiantes el porcentaje de mujeres en puestos de responsabilidad es mayor.
Aunque durante la etapa de formación las mujeres tienen un papel relevante, esa importancia se pierde al dar el salto a la industria profesional, donde no solo la proporción de mujeres es menor, sino que tienen puestos de menor responsabilidad.
Los proyectos realizados por mujeres no solo reciben menos subvenciones, sino que además la cuantía de estas es menor. Además, las películas con liderazgo femenino tienden a tener un menor presupuesto, lo que nos hace concluir que son obras con menos recursos y ambición, en comparación con aquellas desarrolladas por hombres.
En las representaciones de las mujeres nos encontramos un panorama diverso. En los largometrajes, a pesar de que se intenta alejar de estereotipos conservadores, en mayor o menor medida, los reproducen. En las series de televisión, es preocupante la tendencia a mostrar los personajes masculinos como lo universal. Existe una gran diferencia entre las series dirigidas a niñas, donde se imponen los personajes femeninos, y las series para el público mixto, en donde los personajes femeninos apenas interactúan con otros personajes femeninos. El punto positivo es que no se han encontrado ejemplos de personajes sexualizados por su físico, aunque todavía prevalecen valores basados en temas superficiales como la belleza. En los cortometrajes, los contenidos son muy variados y destaca el número de obras con temática LGTBI+ y denuncia social.
La relación entre contenidos y creadores es relevante: «las series de animación son un sector de la industria ampliamente masculinizado y eso afecta directamente a los contenidos. No estamos ante casos aberrantes, en los que se muestre un gran sexismo en pantalla, pero los contenidos podrían ser más diversos e igualitarios, especialmente en aquellas obras dirigidas tanto a niños como niñas».
MIA presentó este informe durante el Festival de Cine de San Sebastian, donde también expuso su programa de mentoría MIANIMA 21-22, el único a nivel nacional destinado específicamente para mujeres profesionales de animación.
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