TEXTO: Rafael Calero Palma (escritor y poeta).
El libro que hoy traigo para comentar es una antología de poemas que se titula Esperando mi vida (Ediciones Igitur), de la poeta estadounidense Linda Pastan, que se publicó por primera vez en el mes de julio de este 2021 que ya va tocando a su fin. En realidad, este libro es el primero que se traduce al castellano de esta poeta americana, a pesar de que es una poeta de reconocido prestigio en su país y en otros países europeos. Desgraciadamente, su obra, como la de otras y otros poetas de los Estados Unidos (sin ir más lejos, la obra de la Premio Nobel de Literatura 2020, Louise Glück, apenas publicada en España), sigue siendo prácticamente desconocida para la mayoría de los lectores de poesía de este país. Así que estamos de enhorabuena tanto aquellas personas que ya la conocían, como los que se acerquen a sus poemas por primera vez.
Como decimos, Linda Pastan es una poeta estadounidense de origen judío nacida en 1932 en la ciudad de Nueva York. Hay que hacer hincapié en su origen judío porque es esta una constante a lo largo de su obra. Desde 1971, año en el que publicó A Perfect Circle or Sun (Un círculo perfecto de sol), su primer poemario, nuestra autora ha publicado más de catorce poemarios, dando forma a una obra originalísima, llena de sutileza, de ternura, con ligeros toques de humor, en la que su mirada se posa en momentos cercanos a la más pura cotidianeidad, sin perder por ello, en ningún momento, el puso poético. También debemos señalar que sus libros han ganado numerosos y prestigiosos premios en su país, aunque también hay que decir que me seguiría gustando con la misma intensidad aunque no hubiera ganado ni un solo premio. (Por cierto, que cuando ganó su primer premio, una desconocida Sylvia Plath quedó en segundo lugar. Ahí es nada.) Y es que no podemos olvidar que estamos ante una poeta de muchos quilates, que ha mamado de la poesía de las grandes autoras norteamericanas, entre ellas Emily Dickinson, de quien ha heredado la capacidad para la observación y el detalle minúsculo, y, a quien dedica el primer poema del libro, titulado precisamente con el nombre de la poeta de Amherst. La segunda gran influencia de Pastan, es esa revolucionaria formal que fue Marianne Moore (De esta influencia pocos poetas se libran, en realidad). Pero sin duda, si hay una influencia reconocible en la obra de Pastan es la del poeta William Stafford, un poeta al que Linda Pastan reivindica con pasión y de quien toma el gusto por una poesía de la extrema sencillez, alejada de los rimbombantes artificios formales, yendo en todo momento a la esencia del poema. Y ahí es, sin duda, donde radica la magia de estos poemas.

Esperando su vida, a pesar de que el título ha sido tomado de uno de sus libros (Waiting for my life and others poems) es una colección de poemas que fueron escritos por la autora en distintas etapas de su vida. El libro contiene cuarenta y cuatro poemas, más o menos breves, que han sido traducidos por Rosa Lentini y Jonio González, ocupándose cada uno de ellos de la traducción de más o menos la mitad de estos poemas (en la nota de los traductores que acompaña a los poemas, se cuenta brevemente la génesis de este libro y se especifica la lista de poemas que cada traductor ha realizado). Además, los poemas van precedidos por un prólogo de Rosa Lentini sobre la autora y la poesía norteamericana que sirve para contextualizar la obra de esta “desconocida” escritora. A todo esto hay que añadir que, además de la versión castellana de los poemas, también se ha incluido la versión en inglés, lo que ayuda a comprender más y mejor, evidentemente, la poesía de Linda Pastan. Por poner algún pero a la presente edición, decir que me gustaría que contuviese muchos más poemas, porque el libro me ha sabido a poco.
Los poemas de Linda Pastan tratan básicamente de los grandes temas de los que se ha ocupado la poesía desde el principio de los tiempos: de la vida y de la muerte, (más de la muerte conforme la poeta se ha ido haciendo mayor y se va aproximando el fatídico momento), del paso del tiempo, simbolizado por el paso de las estaciones; del amor, tanto el maternal como el conyugal, aunque ella añade uno de sus temas favoritos: la cotidianeidad de la vida doméstica, algo que a priori parece poco poético, y sin embargo, ella consigue que lo sea y mucho.
Decía Linda Pastan en una entrevista que concedió en 2016 a la revista The Paris Review que el objetivo de su obra ha sido siempre doble: por un lado, que fuera accesible en la superficie; por otra, que fuese compleja e incluso misteriosa en su interior. Los lectores que se acerquen a estos poemas verán que lo ha conseguido plenamente. En uno de los poemas de esta antología titulado “Voces”, sin duda, uno de mis favoritos, tal vez porque fue el primero que leí de esta magistral poeta, se pueden leer estos versos:
A veces entierro
mis poemas en el jardín,
reservándolos
para los días venideros.
Sólo espero que en los años venideros, esos poemas que fueron enterrados en el jardín por las delicadas manos de Linda Pastan, florezcan y nos traigan más poesía de esta destacada poeta. Sería un gran regalo, qué duda cabe. Mientras tanto, nos conformamos con Esperando mi vida, un libro absolutamente recomendable.
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