TEXTO: Rafael Calero Palma (escritor y poeta).
Bonnie Jo Campbell
Dirty Works, 2019
El libro que hoy traigo para comentar es una novela que fue publicada en su idioma original, el inglés, en el año 2011. Hubo que esperar ocho años, hasta 2019, para que fuera traducido al castellano y editado, finalmente, en nuestro país. Érase un río es la segunda novela de su autora, Bonnie Jo Campbell (Kalamazoo, Michigan, 14 de septiembre de 1962),que además ha publicado varias colecciones de relatos. En España, además de esta novela también se pueden encontrar, publicadas por la misma editorial, o sea, Dirty Works, El desguace americano y Madres, avisad a vuestras hijas, dos colecciones de relatos, que ya están en mi punto de mira.
Bonnie Jo Campbell es una autora sorprendente. Para empezar, es una de las pocas féminas que cultivan un género, el grit lit o rural noir (algo así como novela negra rural, en las que las drogas, el incesto y la pasión por las armas están a la orden del día) eminentemente masculino, con autores como Daniel Woodrell, Harry Crews, Larry Brown, Donald Ray Pollock, Mark Richard, Tom Franklin o Alan Heathcock, entre otros muchos que han destacado en los últimos años. Pero además, si atendemos a su biografía y a lo que de ella sabemos a través de las entrevistas, la vida que ha llevado hasta la fecha ha sido bastante peculiar, ya que trabajó como vendedora de helados en el circo Ringling, y durante una década se encargó de organizar viajes en bicicleta por Rusia y otros países de Europa del este. A todo esto hay que añadir que en su juventud obtuvo una beca Guggenhheim (suele decir de sí misma que es“la única beneficiaria de una de estas becas que es capaz de castrar un cerdo”), que estudió Filosofía, Matemáticas y Escritura Creativa y que en la actualidad, imparte clases de Escritura Creativa en la universidad.
No obstante, lo verdaderamente sorprendente es su literatura. Érase un río es una novela maravillosa. Cuenta la vida de la joven Margo Crane en un período de tiempo que se extiende desde los 16 a los 19 años, más o menos, en el que le ocurren muchas cosas importantes: su madre la abandona, muere su padre, es violada, etc. Dejemos que sea la propia autora quien nos cuente sus motivos para escribir este libro:
Crecí en el río Kalamazoo, y mis abuelos vivían en una islita pequeña en otro río cercano, o sea que he pasado mucho tiempo de mi vida observando ríos. Cuando era una niña jugaba todo el día en el barro del río, nadando, construyendo castillos y yendo en barca. Me llamaba la atención una mujer joven que podía dominar el río y vivir en la naturaleza salvaje. Siempre he estado interesada en Annie Oakley, la famosa tiradora, y me preguntaba cómo sería ahora una chica con ese talento. Leemos a menudo historias sobre chicos que tienen aventuras en lugares inhóspitos –como Huckleberry Finn– y pensé que América necesitaba una chica aventurera.
Margo Crane es una chica oscura, callada, salvaje y montaraz, una absoluta superviviente, que se ve obligada a soportar sobre sus hombros una carga pesadísima. Además es una extraordinaria tiradora, no en vano, sólo tiene un ídolo, Annie Oakley, una famosa tiradora que existió realmente. Érase un río es una de esas novelas de iniciación a la vida, de la que tan buenos ejemplos podemos encontrar en la literatura de los Estados Unidos (se me ocurre por ejemplo Huckleberry Finn y El guardián entre el centeno, por poner sólo dos ejemplos muy populares). A lo largo de la novela, Margo Crane va buscando a su madre, aunque en realidad esto es lo de menos, ya que en el fondo se trata de una búsqueda de la propia identidad, de descubrir cómo quiere vivir su propia vida. Y es que estamos ante una novela donde la libertad de elegir lo que una quiere ser es el leitmotiv principal. Margo rompe con todos los convencionalismos sociales, hace lo que cree que tiene que hacer en cada momento, y si el mundo que la rodea no le sirve, simplemente, ella se construye otro a su imagen y semejanza.
Érase un río es una novela eminentemente feminista y su protagonista, Margo Crane, un personaje tan real que parece imposible que haya sido inventado. “El feminismo me parece algo muy sencillo. Igualdad de derechos ante la ley, igualdad de oportunidades e igualdad de salario por el mismo trabajo. Sé que el tira y afloja entre géneros es más complicado que eso, pero por lo que respecta a las leyes y a la norma social, mantengámonos en lo esencial”, explicaba Bonnie Jo Campbell en una entrevista.
Sólo cabe añadir que he disfrutado de lo lindo leyendo esta novela y estoy seguro de que su autora, la incomparable Bonnie Jo Campbell, dará mucho que hablar en el futuro. Tiempo al tiempo.
Comentarios: Sin respuestas