‘La Azotea Azul’ o ‘Tu Casa Azul’ permiten mejorar y humanizar la vida de las niñas y niños hospitalizados y sus familias en el Hospital Infantil Virgen del Rocío.
Desde hace años, la idea de crear una fundación dedicada a fines infantiles estuvo presente en la dirección de Editorial Norba, editora del periódico infantil El Gancho. Pero El Gancho Infantil es una fundación que nace desde el voluntariado de sus patronos, quienes conocían la situación vivida por Rocío, la hija de una de ellas, y decidieron dar un paso al frente en mayo de 2018 para lanzar el que fue su primer reto, La Azotea Azul.
“Teníamos claro que esta azotea debía estar ubicada en El Hospital Infantil Virgen del Rocío como centro hospitalario de referencia en Andalucía”, explica Marta Baturone, presidenta de la fundación. “Un jardín para todas las niña y niños enfermos de Andalucía –relata–, ya que cada año ingresan más 5.000 pequeños andaluces y el 48 % de ellos son de fuera de la provincia de Sevilla. Estos pequeños pasaban su tiempo por los pasillos, bajando a la entrada del hospital con sus pijamas y sueros, un lugar poco adecuado para ellos, además de inseguro… Todos éramos muy conscientes de la necesidad y urgencia de acabar con esta situación y que una zona al aire libre, donde los niños ingresados pudiesen jugar o sencillamente estar con sus familiares al sol, tendría unos efectos muy positivos para su recuperación”.

Gran repercusión
El primer paso era reunirse tanto con el Hospital como con el Servicio Andaluz de Salud y firmar convenios de colaboración para la construcción de La Azotea y para su gestión y mantenimiento en el futuro una vez inaugurada. Y, por supuesto, necesitaban que, una vez lanzaran el reto, la sociedad entendiera la necesidad que estaban planteando y que convirtiera el reto en un desafío propio. “Y, por suerte, ¡así fue!”, reconoce Baturone.
“Lo que nos dejó atónitos fue la espectacular acogida que el reto tuvo por parte de la sociedad, tanto de los sevillanos como de personas de otras provincias de Andalucía. Trabajamos muy duro antes de lanzar el reto pero fue tal la repercusión que, cuando creíamos que tardaríamos tres o cuatro años en conseguirlo, en tan solo cuatro meses ya sabíamos que contábamos con la recaudación necesaria para su construcción”.
Así, “miles de personas se acercaban a nosotros para colaborar, ya fuese con iniciativas, con donaciones o con las famosas pulseras solidarias de las que se repartieron más de 300.000. Sin olvidarnos nunca del fantástico equipo de más de 800 voluntarios que se unieron a nosotros desde el minuto uno para ayudarnos en lo que hiciera falta, con tareas de gestión, de comunicación, de diseño, de contabilidad o simplemente para repartir pulseras, ¡que fueron muchas!”.
A pesar de que la fundación entonces era desconocida para todos, ver como depositaban toda su confianza y su ilusión en La Azotea Azul, fue casi de vértigo. “Había que estar a la altura para no fallarles”, recuerda la presidenta, “y fue emocionante poder tener después un día de jornadas de puertas abiertas de La Azotea, donde todo aquel que quiso, pudo visitarla, ver dónde estaba ese euro que había donado y ese mural de agradecimiento que pusimos con los nombres de todos los que quisieron estar, además de pasear por esa azotea que iba a alegrar las estancias de muchos niños ingresados y de sus familias”.
Un soplo de aire fresco
Para los niños ingresados tener La Azotea Azul supone un soplo de aire fresco, una salida al exterior, que les permite desconectar de la dura rutina hospitalaria. Estar al aire libre, jugar con otros pequeños, recibir visitas de familiares, en definitiva, poder hacer actividades propias de los pequeños, sin duda supone un alivio en la carga emocional.
Los profesionales sanitarios, por su parte, son los primeros en ver de primera mano el bien que La Azotea hace a estos niños y a sus familias. “Sabían lo necesario que era disponer de este espacio”, apunta Baturone. Además, «se ha convertido en una extensión de la escuela del Hospital, especialmente ahora con esta pandemia, y por fin también empezará a rendir al cien por cien la sala multisensorial, que instalamos al lado de La Azotea Azul para la rehabilitación de algunos niños”.
En cuanto a la familia, “siempre dijimos que esta azotea no era solo para los niños, sino para esos padres, abuelos… que necesitan despejar sus mentes y sus cuerpos de la rutina del hospital, tener simplemente un sitio dentro del hospital donde poder llorar con una mala noticia pero sin alejarse de sus enfermos… Para ellos es un espacio también de desahogo… Y lo más importante, ver a sus hijas e hijos felices, sonriendo, disfrutando junto a ellos, es lo que más necesitan en esos momentos”.
Construir el hogar fuera del hogar
Una vez conseguida la financiación de la azotea, tenían que plantear un segundo reto: El Sillón Azul. “Esos padres tenían que estar descansados para dar lo mejor de ellos a sus hijos… Y así fue cómo conseguimos sustituir 528 de las antiguas butacas por sillones-camas en 28 hospitales de Andalucía, cubriendo así el 100 % de las áreas de pediatría de los hospitales públicos andaluces. Un reto que conseguimos de nuevo en tan solo nueve meses gracias a la solidaridad de tanta gente”. En junio de 2020 empezaron a trabajar en lo que sería el tercer reto, Tu Casa Azul, “un hogar fuera del hogar” para familias que tienen que trasladarse a Sevilla para que sus hijos enfermos reciban tratamiento médico. Para Baturone, “el reto más duro y complicado de la fundación pero que no podía mirar para otro lado y no resolver esta situación en un hospital infantil de referencia para tanta gente. Ya hemos conseguido un primer reto, trabajar de la mano con la Fundación Ronald McDonald para la financiación y construcción de la futura Casa Ronald McDonald de Sevilla y, posteriormente, formar parte del Comité de Seguimiento a partir de su apertura”. Será una casa de 2.238 metros cuadrados que estará ubicada a tan solo 400 metros del Hospital Infantil Virgen del Rocío, en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Sevilla por 50 años. Será un hogar con 20 habitaciones familiares donde podrán alojarse más de 600 personas al año y que dará servicio a los tres hospitales públicos de Sevilla. ¿Quieres participar en los retos?: www.fundacionelgancho.org // Teléfonos: 955 341 444 – 695 024 478
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