Desde el Grupo Ita Salud mental ofrecen a la población más de 40 unidades repartidas por toda la geografía española que se caracterizan por ser unidades de tratamiento con un nivel muy alto de hiper especialización y equipos interdisciplinares.
Dichas unidades se caracterizan por ofrecer respuesta terapéutica no solo a los pacientes, sino que también abordan y acompañan a todo el ecosistema que rodea a la persona que sufre de un trastorno mental (familias, amistades, equipos educativos, interrelación con otros profesionales que llevan el caso, etc.).
Los centros se han ido especializando por diferentes grupos de patologías para ofrecer mayor especialización. En Sevilla, en particular, tienen dos unidades en dos sedes diferentes. La sede de Calle Vídrio, 32 es la unidad de Ingreso y hospital de día para las paciente que sufre de trastornos de la conducta alimentaria que requiere un abordaje más intenso debido a la complejidad de la enfermedad. En la sede de la calle Fernández de Ribera 32 4ª planta, tenemos también una sede de los programas ambulatorios para trastornos alimentarios que han podido ir mejorando en su evolución en fases anteriores o que requieren un acompañamiento más ambulatorio por su nivel de gravedad más leve o moderado. En las dos unidades, es un equipo de psicólogos, psiquiatras, médicos, nutricionista, terapeutas familiares, educadores… los que trabajan con las diferentes pacientes.
En base a ese contexto, hablamos con Diego Solano, director del Centro ABB Sevilla, Grupo Ita especialistas en salud mental, quien reflexiona sobre la percepción de la sociedad en referencia a los trastornos mentales. En ese sentido, explica, «todavía queda concienciar más a la sociedad de que la salud mental es una enfermedad igual que las enfermedades físicas. Cuesta hablar aún abiertamente de que se padece alguna dolencia mental por el estigma que se tiene de estas enfermedades. La persona que padece una enfermedad mental ha encontrado en los síntomas (adictivos, alimentarios…) una solución a otros muchos problemas emocionales que están más ocultos y que son fundamentales de resolver para el equilibrio de la persona. Entender la salud mental solo por la existencia de esos síntomas es no entender la profundidad de la problemática de nuestros pacientes. Aprender a escucharlos y entenderlos es fundamental para su normalización en su vida cotidiana; y ahí es básico el trabajo que hay que realizar con el contexto familiar y social».

Especialización
En los hospitales de Sevilla se les conocen por ser especialistas en trastornos de la conducta alimentaria, pero también cuentan con una unidad de consultas externas «en donde vemos otras patologías más leves como son los trastornos de ansiedad, trastornos del estado anímico, trastornos de personalidad o trastornos adaptativos», señala Solano.
En referencia a los trastornos de la conducta alimentaria, enfatiza, «vemos a un perfil de pacientes muy amplio. Desde las primeras patologías del inicio de la adolescencia con 12 años hasta adultas que tienen evoluciones de larga evolución. El 80 % de las pacientes son mujeres aunque se está observando un repunte de casos de TCA en adolescentes hombre. Estos tienen que luchar con el doble estigma, el de la salud mental y el de ser hombre en una enfermedad que afecta más a las mujeres».

Presión hacia la mujer
Los TCA son patologías que afectan en un porcentaje más amplio a las mujeres por las características de dicha patología. La presión hacia la delgadez del cuerpo de la mujer ha sido mas importante en los últimos 30 años. La presión hacia el adolescente en un mundo ultra competitivo, que rehuye del fracaso, que solo valora la exigencia y la perfección para adaptarse a este mundo de las redes sociales y de la imagen ha sido devastador para nuestros jóvenes. A esta presión se le añade que no tenemos tiempo a escuchar y empatizar con ellos por parte de muchos padres. «Es un cóctel peligroso para que un joven busque en la delgadez, en cuerpos perfectos, la solución a todos sus males», avisa Solano.
El estrés como detonante
¿Varía la problemática o demandas según las estaciones o vivencias? Solano lo tiene claro: «Al ser un grupo de enfermedades en donde los síntomas sirven para regular el mundo emocional de la persona, son en épocas en donde hay más exigencia y estrés donde puede haber un rebrote de dichas patologías. Hemos observado un fenómeno, tras el confinamiento de marzo a junio por el Covid, de aumento importante de primeras consultas en los meses de julio y agosto. En la mayoría el trastorno estaba ya latente pero es durante el confinamiento donde explota la sintomatología obsesiva y las conductas de riesgo como es la restricción alimentaria, los atracones y/o vómitos como forma de calmar las emociones que todos estábamos pasando».
PARA SABER MÁS
En Sevilla Ita Salud cuentan con dos unidades especializadas en Trastornos Alimentarios: la unidad de hospitalización 24h y la unidad de Hospital de Día. Sus profesionales son especialistas no solo en TCA, sino también en trastornos de conducta, adicciones, trastorno límite de la personalidad o neurodesarrollo; cuentan, en cualquier caso, con amplia experiencia en el tratamiento de la salud mental. Existe, también, un equipo multidisciplinar formado por psicólogos, psiquiatras, médicos, enfermeros, profesores y educadores sociales que ayudan a los pacientes a recuperar todas las áreas afectadas por la enfermedad.
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