Este Primero de Mayo los coños insumisos volverán a las calles, como símbolos de resistencia, desobediencia, rebeldía y subversión. Lo adelanta Rocío Ballesta, una de las tres mujeres acusadas por la Asociación de Abogados Cristianos, que después de cinco años irán a juicio en octubre. Antes, este 30 de abril, convocan a unas jornadas sobre la criminalización del movimiento feminista.
– Cinco años ya desde aquel 1 de mayo, de donde salisteis encausadas tres mujeres con fecha de juicio el 3 de octubre. ¿Qué va a pasar este 1 de mayo en Sevilla?
– Pues sí, cinco años ya de pena de banquillo esperando a ser juzgadas por esta nueva, o no tan nueva, Inquisición. Y precisamente por este quinto aniversario, y por ser el año del juicio, hemos creído necesaria alguna acción conmemorativa, reivindicativa y política, como en realidad llevamos haciendo todos estos años, así que convocamos a un encuentro de coños insumisos de todo el Estado durante la manifestación del 1 de mayo, aquí en Sevilla.
De momento ya han empezado a confirmar compañeras de Madrid, Extremadura, Aragón, y esperamos que también de otros puntos de Andalucía.
Queremos que este encuentro se convierta en un acto de desobediencia y de rebeldía por nuestra causa penal, pero también nos sobran los motivos para seguir saliendo a la calle y significar al movimiento feminista dentro de la manifestación del 1 de mayo, porque el paro, la precariedad, los trabajos invisibles de los cuidados, los sueldos miserables… se siguen cebando en las mujeres, a costa de nuestros cuerpos y nuestra salud física y emocional.
– Pero antes, el día 30, hay unas jornadas en Tramallolr.
Para ir abriendo boca el día 30 nos encontraremos en unas Jornadas sobre la criminalización del movimiento feminista, las distintas ponencias y ponentes se pueden ver en el cartel (adjunto).
– Cinco años además, y los que lo precedieron, de lucha permanente. ¿Coños insumisos en las calles como respuesta?
De lucha permanente y con un movimiento feminista que desborda las calles en cada convocatoria.
Y aunque los coños insumisos de 2014 tenían un sentido y objetivo bastante concreto, denunciar el intento de derogación de la Ley del aborto por parte del Ministro del PP Ruiz Gallardón, las denuncias por parte de la Asociación de Abogados Cristianos en Málaga y Sevilla han conseguido el conocido «efecto boomerang», y no sólo no nos ha desmovilizado, sino que se han convertido en un símbolo de resistencia, desobediencia, rebeldía y subversión, y ahora en cualquier manifestación feminista aparece un coño o alusiones al coño Insumo en cualquier punto del Estado, e incluso en Europa y Latinoamérica.
– En los últimos tiempos, las mujeres y el feminismo estamos encima de la mesa y en el ojo del huracán de todo quisqui. ¿Cómo lo ves? ¿Tiene relación con lo que os está pasando?
Lamentablemente estamos en boca de todos, pero ni en las agendas, ni en los programas electorales, a no ser para cuestionar derechos adquiridos con luchas de años. Con la caída de la careta de la ultraderecha y el fascismo, que nunca se fueron en este país, se ponen en entredicho de nuevo nuestros derechos sexuales y reproductivos, se niegan desiguales flagrantes, se cuestiona la violencia machista… Braman como fieras enrrabietadas a favor del papel de mujeres sumisas y devotas, moralizando desde sus ideas nacionalcatólicas.
Y por supuesto que tiene que ver con lo que nos está pasando. Hay que aleccionarnos, castigarnos por cuestionar al sistema y señalar la connivencia del Estado, la iglesia y la justicia como cómplices y artífices de siglos de represión. El patriarcado, los machos, machitos y machotes están viendo cuestionados sus privilegios y se revuelven como hienas contra los movimientos feministas, abogando por un «feminismo liberal» o por la «verdadera feminidad», con el claro objetivo de que las mujeres se replieguen al papel de cuidadoras y guardianas de las que llaman «familia tradicional», obedientes y sumisas a lo hombres, y devotas y temerosas de dios.
– En la ecuación no deja de salir, por supuesto, la religión…
Más que la religión son los ultracatólicos, la ultraderecha, y la propia Iglesia como institución, que pretenden imponer sus dogmas y su moral a todas las mujeres. En connivencia con el poder judicial por supuesto, que lejos de impartir justicia, está mostrando su lado más reaccionario y vengativo en sentencias altamente politizadas, y con una clara intención de aleccionamiento y castigo.
– Centrándonos en el próximo juicio de octubre, ¿Cómo estáis, cuál es vuestra situación de precariedad, qué necesitáis, cómo lo afrontáis?
Estamos cansadas, por la espera, por las energías puestas en denunciar y dar a conocer nuestra situación, por el señalamiento público al que no estamos habituadas, por sentirnos continuamente cuestionadas moralmente… pero juntas, cuidándonos y dándonos fuerzas las unas a las otras porque ni queremos, ni podemos dejarnos vencer por esta gentuza.
Nuestra situación de precariedad se ha visto, evidentemente, agravada por todo este proceso. Al trabajo que conlleva conseguir sobrevivir y mantener a nuestras familias, algunas además somos mujeres solas y con cargas familiares de hijes, se unen los gastos para afrontar el juicio con la mejor defensa posible. Y sin tiempo para dedicarnos a preparar y difundir campañas de apoyos, la primera que hicimos no nos fue muy bien, y los ánimos nos fallaron para enfrentar otra. Aún así no nos queda más remedio que intentarlo nuevamente en los meses previos al juicio. Que por otro lado son los meses del verano, con lo que eso supone…
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